Para nadie es un secreto que las moscas rondan cerca de la basura, carne en mal estado y otros tipos de desechos en descomposición, como, por ejemplo, excrementos. Por ello, estos insectos dípteros aumentan los factores de riesgo en cuanto a la transmisión de enfermedades infecciosas que se diseminan a través de las heces, entre ellas, la fiebre tifoidea.

En este sentido, las moscas guardan una peligrosa relación con dicho mal, ya que sirven de transporte para llevar las bacterias hasta nuestros alimentos.

Vida de las moscas: factor crucial para la transmisión de fiebre tifoidea

La vida de las moscas depende de la materia orgánica en descomposición, necesaria para completar sus cuatro fases de desarrollo.

Estos estadios de metamorfosis empiezan desde que las hembras colocan los huevos, los cuales eclosionan en larvas y luego se convierten en pupas.

Al alcanzar la adultez y desarrollar sus alas, comienzan a olfatear las fuentes de los olores fétidos propios de su estilo de vida, recogiendo gérmenes.

Sin embargo, a las moscas también les atraen los alimentos que preparan las personas, y si alguna de ellas ha estado sobre heces infectadas con la Salmonella Typhi, es decir, la bacteria responsable de la fiebre tifoidea, y luego se posa en nuestra comida, comienza el proceso de transmisión por vía oral.

Otros medios de transmisión y síntomas de la enfermedad

Muchas veces, los portadores de la enfermedad no manifiestan ninguno de los síntomas, aun así, pueden propagar la bacteria al defecar.

Es entonces cuando se abre otro medio de transmisión, pues al manipular alimentos sin lavarse las manos tras ir al baño, contagia la infección gastrointestinal.

Lo mismo ocurre después de visitar retretes con higiene precaria en zonas endémicas, sin asearse adecuadamente y luego tocarse la boca o comer.

En cuanto a los síntomas de la fiebre tifoidea, destacan la diarrea, vómitos, dolores abdominales y de cabeza, fiebre alta, e incluso aumento del hígado.

Algunos signos adicionales son escalofríos o temblores musculares, manchas rosadas en la piel, pérdida de apetito, lengua blanquecina y úlceras presentes en el paladar.

Medidas de prevención y estrategias para alejar moscas

Entre las medidas de prevención para evitar la afección, resalta la higiene, es decir, lavarse las manos antes de comer y al salir del baño.

Por otra parte, es necesario beber agua potable y cocinar bien los alimentos, ya que el calor disminuye la posibilidad de que la bacteria sobreviva.

Finalmente, debemos recurrir a estrategias para alejar moscas, como desechar la basura, los excrementos de las mascotas, usar mosquiteros y limpiar la cocina frecuentemente.